Hoy os traigo una receta muy típica y con muchas versiones. Cada cociner@, tienes sus trucos para que salgan tiernos y muy sabrosos. Yo la verdad, que siempre he visto a mi madre en la cocina y he ido cogiendo ojo a todo lo que ella realizaba, yo claro esta, con el tiempo vas realizando tus experimentos en la cocina. Y todo hay que decirlo, ya son bastantes años realizando mis pequeños pinitos en la cocina. Reconozco que no soy una gran cocinera, pero me gusta la cocina, por que a parte de que me lo paso muy bien, me sirve para distraerme y las recetas de cocina que realizo me gusta compartir con aquellas personas que para mi, han estado en todo momento a mi lado, tanto en tiempos buenos como en los malos.
Y ahora, nos ponemos manos a la obra!!!!
Ingredientes para 4 a 6 personas:
– 1 Cardo rojo.
– 30 almendras.
– Aceite de Oliva.
– 2 Ajos.
– Unos taquitos de jamón serrano.
– 1 Cuchara de harina.
– 1 Limón.
-Sal.
Paso de Elaboración:
Paso 1.
Limpieza del cardo:
Limpia el cardo con la ayuda de un cuchillo o un pela patatas, coge cada tallo y limpialo quitándole la parte externa y los laterales. Para que salgan correctamente limpios te aconsejo que los limpies de arriba a abajo, con esto conseguirás un resultado sin hilos.
Corta las pencas, con 3 centímetros de espesor.
Nota: pon un bol con agua con un limón exprimido, con esto evitarás que se oxide.
Paso 2.
En primer lugar pondrás una olla con agua caliente, introduce el cardo y a cocer en olla express durante aproximadamente unos 35 minutos.
Paso 3.
En una sartén pon a calentar 2 cucharadas de aceite de oliva, echa los ajos cortados a láminas, las almendras un poco picadas, y unos taquitos de jamón, cuando dore un poquito, echa una cucharada de postre de harina y un poco de caldo del cardo que hemos cocido, remueve hasta que quede una salsa homogénea y un poquito espesa, incorpóralo al cardo previamente cocido y escurrido.
Remueve y listo para comer.
Como puedes observar es un plato que no tiene mucha elaboración, pero lo más costoso de todo es el limpiar el cardo. Pero merece la pena el trabajo, es un bocado delicioso.
